El secreto está en las micro conversiones ¿Qué son? ¿Cómo se miden? ¿Cómo mejorarlas?

Si tenemos un negocio online, nuestro objetivo será vender. De ahí que el ratio de conversión sea la métrica en la que se suele prestar mayor atención. Sin embargo, fijarse sólo en la tasa de conversión es un error. Principalmente porque si nos fijamos únicamente en la tasa de conversión nos estamos olvidando del resto de cosas que suceden en nuestra web. Así que si tenemos una tasa de conversión del 14%, estaremos pasando olímpicamente del otro 86% de cosas que suceden en nuestra web.

¿Solución? Obsesionate con las micro-conversiones. Obsesionate con ese 86% de cosas que suceden en tu web más allá de la gran (o macro) conversión que significa vender.

¿Qué es una micro-conversión?

Por poner un ejemplo del mundo offline, ¿alguna vez, mientras comprabas en el supermercado, te han ofrecido degustar una porción de queso servido en bandeja? Si probaste el queso, hiciste una micro-conversión. La posibilidad de degustar queso en el supermercado antes de comprarlo, o no, es una opción o “funcionalidad” que ciertas marcas queseras ofrecen a sus potenciales clientes mientras tiene lugar su ciclo de compra.

Volviendo al terreno online, ¿tu negocio online ofrece a los visitantes la posibilidad de degustar antes de comprar? Si la respuesta es no, tenemos un problema. Del mismo modo que las marcas queseras que no ofrecen degustación en el supermercado están en inferioridad de condiciones, tu negocio online también.

Algunos ejemplos de micro-conversiones o pseudo-degustaciones que podrían darse en tu web:

  • Descargar una demo, si vendes aplicaciones.
  • Descargar manual de instrucciones en PDF, si vendes electrodomésticos.
  • Rellenar un formulario de contacto preguntando dudas, si vendes cursos.
  • Utilizar un comparador de precios.
  • Registrarte como usuario.
  • Hacer una visita virtual, si tienes un hotel.
  • Añadir algo al carro de la compra.
  • Iniciar sesión como usuario.
  • Añadir algo a una wish list, si vendes libros.
  • Recomendar a un amigo.
  • Imprimir el catálogo.

Y más cosas…

  • Utilizar el buscador de tu sitio web.
  • Consultar la página “Sobre nosotros”.
  • Utilizar la herramienta de filtro por precio, categoría, etc.
  • Consultar la página de opiniones de otros compradores.
  • Consultar la página de ofertas destacadas.
  • Consultar la sección de artículos más vendidos…

En realidad, una micro-conversión puede ser lo que tu quieras. Lo único que tienes que tener presente es que el uso y consumo de cada micro-conversión por parte de los usuarios de tu web deberá tener un impacto económico sobre la macro-conversión.

¿Cómo monetizar las micro-conversiones?

De los usuarios que descargan la demo de tu aplicación, ¿sabes cuantos acaban comprando la aplicación?
De los usuarios que descargan el manual de instrucciones en PDF, ¿sabes cuantos acaban comprando el electrodoméstico?
De los usuarios que contactan contigo para preguntar dudas, ¿sabes cuantos acaban apuntándose a tus cursos?
De los usuarios que utilizan el comparador de precios, ¿sabes cuantos acaban comprando?…

Si la respuesta es no, no, no, no… Tenemos un problema… De fácil remedio 😉

El primer paso es marcar cada una de estas acciones o funcionalidades en tu herramienta de analítica web habitual y tener constancia de su uso. Una vez identificadas y marcadas estas micro-conversiones, deberemos cuantificar su impacto económico, monetizar.

Por ejemplo, imaginemos que de cada 100 usuarios que realizan una tour virtual a nuestro hotel, 50 acaban haciendo una reserva. Si el precio medio de la reserva es de 90 Euros, el valor económico del tour virtual es de 45 Euros (50% de 90 Euros). Haciendo el mismo ejercicio para cada micro-conversión obtendremos un resumen periódico de aquellas micro-conversiones que mejor están funcionando, teniendo en cuenta tanto su volumen de uso como la predisposición de cara a compra que comporta cada una. De esta manera podremos potenciar unas sobre otras, con la finalidad de inflar el volumen de (macro) conversiones.

En resumen…

Las micro-conversiones son poner la miel en los labios del usuario. Por eso es importante identificarlas, conocer su rendimiento, exprimirlas al máximo y no dejar de inventar nuevas fórmulas para que los usuarios de tu web puedan degustar queso antes de comprarlo.

Fuente: Daniel Rodríguez (Trucos Optimización).